Remedios comunes para controlar la cirrosis hepática
Las personas con complicaciones hepáticas pueden experimentar cicatrices en el hígado, lo que se conoce como cirrosis. El tejido cicatricial puede impedir que el órgano funcione normalmente. Muchas personas buscan en Internet términos como “cómo curar la cirrosis hepática al instante”. Hay que tener en cuenta que el daño de la cirrosis no es reversible. Tomar medidas preventivas tempranas, como probar remedios alternativos recomendados en casa, es una forma ideal de reducir el riesgo de enfermedad hepática, que de otro modo podría causar cirrosis.
Remedios naturales
Té verde
Incluir líquidos en el régimen de comidas es una forma popular de desintoxicar el sistema.
Aceite de oliva
El aceite que se usa puede mejorar o empeorar la salud del hígado. Por lo tanto, cambiar a opciones más seguras y saludables, como el aceite de oliva, ayuda a reducir la acumulación de grasa en el hígado, mejora los niveles de enzimas hepáticas en sangre y aumenta la sensibilidad a la insulina.
Cúrcuma
La cúrcuma se ha utilizado en el cuidado de la salud como un remedio natural durante décadas. La especia contiene curcumina, un ingrediente activo con poderosas propiedades biológicas que benefician al hígado de múltiples maneras. La curcumina ayuda a desintoxicar y limpiar el hígado, protegiéndolo de la fibrosis, las lesiones hepáticas agudas y crónicas y la cirrosis. Se puede agregar una cucharada de cúrcuma en polvo a otros líquidos saludables como agua, leche y miel y beberla para experimentar sus posibles beneficios para la salud.
Ajo
Las hierbas como el ajo también tienen una serie de beneficios para la salud cuando se buscan formas de reducir el riesgo de enfermedades hepáticas que conducen a la cirrosis. El ajo es un alimento esencial que es rico en selenio y agentes antioxidantes. Estos componentes activan las enzimas de desintoxicación presentes en el hígado y eliminan las toxinas dañinas del cuerpo. Se puede agregar ajo picado, machacado o en polvo a las preparaciones de comidas para obtener beneficios potenciales para la salud.
Hablar con un profesional de la salud sobre la cantidad diaria ideal de varios remedios a base de hierbas también ayuda a determinar qué cantidad es adecuada para la afección de uno.
Remedios caseros alternativos
Además de los remedios naturales anteriores, también se pueden probar otras formas en casa de reducir el riesgo de enfermedad hepática y sus síntomas asociados, como la cirrosis.
Bebe café
Las personas con riesgo de enfermedad hepática pueden beneficiarse del café, ya que contiene varios beneficios protectores para el hígado y estimula la producción de enzimas hepáticas para combatir la inflamación. La cantidad ideal requerida para reducir el riesgo de enfermedad hepática es de aproximadamente dos a tres tazas de café al día. Es importante ceñirse al café negro, ya que no contiene grasas ni azúcares añadidos, que son factores desencadenantes de afecciones hepáticas. Sin embargo, hay que tener en cuenta el consumo de cafeína cuando se bebe café.
Seguir un plan de alimentación nutritivo
Los alimentos que uno come juegan un papel muy importante en su salud general, incluido el mantenimiento de un hígado sano. Comer verduras es uno de los remedios naturales comunes para controlar la salud del hígado y evitar síntomas como la cirrosis. Uno debe centrarse en una variedad de alimentos de origen vegetal y grasas saludables. Las verduras son ricas en propiedades nutritivas que pueden ayudar a limpiar el cuerpo, incluido el hígado. Por ejemplo, la clorofila en las verduras de hoja verde absorbe las toxinas del torrente sanguíneo. Las frutas crucíferas como el brócoli, el repollo y la coliflor son ricas en glutatión, que activa las enzimas limpiadoras para eliminar las propiedades dañinas del cuerpo.
Las verduras también son ricas en vitaminas, minerales y fibra, a la vez que mantienen las calorías bajo control, lo que las hace significativamente muy beneficiosas para ayudar a la salud del hígado y reducir el riesgo de cirrosis debido a enfermedades hepáticas.
Además de las verduras, una persona también puede incluir varias frutas en su plan de comidas. Hacerlo puede ayudar a estimular el hígado, lo cual es necesario para reducir el riesgo de afecciones hepáticas. Se pueden consumir frutas crudas o en forma de zumos. Los cítricos, en particular, ayudan a estimular el hígado y sintetizar materiales nocivos en formas que son absorbibles por el agua. Algunas frutas que pueden ayudar a mejorar la salud del hígado son los aguacates, los higos, las cerezas, los plátanos, las papayas, los limones, las granadas y las sandías.
Actívate
Los expertos sugieren que un estilo de vida sedentario a menudo contribuye a complicaciones de salud, incluida la enfermedad hepática. Por lo tanto, alguien en riesgo de complicaciones hepáticas o que se recupera de la cirrosis debe mantenerse activo.
Para cumplir con sus objetivos de ejercicio, uno debe apuntar a 150 minutos de rutinas semanales de intensidad moderada. El individuo podría realizar caminatas rápidas de 30 minutos para cumplir con los objetivos diarios. Para empezar, hay que intentar integrar la actividad física moderada en las rutinas diarias. Por ejemplo, caminar al supermercado, pasear al perro o subir las escaleras en lugar del ascensor son formas de aprovechar al máximo una rutina.