La pérdida auditiva puede afectarlo a usted y a sus actividades cotidianas de manera masiva, pero si busca la terapia y el tratamiento adecuados, puede llevar una vida normal. Para lograr esto, tendrá que elegir el tipo correcto de audífono para ayudarlo. Un audífono es una pequeña maravilla tecnológica que le ayuda a escuchar mejor. Se compone de un micrófono, un amplificador, un altavoz y un chip de computadora (si es digital).

En primer lugar, si nota algún tipo de síntomas molestos como disminución de la audición, dolor (extremo, desvanecimiento o intermitente), secreción de oídos, sangrado, tinnitus, mareos, etc., debe consultar a un otorrinolaringólogo o un audiólogo de inmediato.

Si su diagnóstico menciona que está sufriendo de pérdida auditiva, no se asuste. Su primer trabajo es discutir con el médico cuál es el problema central. Trate de entender el mecanismo de su cuerpo. Entonces sepa cómo puede mejorarlo. Dependiendo de la gravedad de su discapacidad, el médico le sugerirá los posibles tipos de audífonos.

Hay varios tipos de audífonos. Estos difieren en términos de tamaño, tecnología e idoneidad. Por ejemplo, un audífono retroauricular será más adecuado que un audífono completamente en el canal para alguien que está lidiando con una forma profunda de discapacidad auditiva.

Detrás de la oreja (BTE), receptor en el canal (RIC), en el oído (ITE) y completamente en el canal (CIC) son algunos tipos comunes de audífonos. Estos pueden diferir, ya que las marcas competitivas a menudo intentarán reinventar la tecnología existente. Si le preocupa la visibilidad del auricular, entonces no hay razón para estar ansioso, ya que incluso BTE y RIC están efectivamente ocultos detrás del área externa de la oreja.

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